
El tsunami tecnológico va a cambiar nuestras vidas de forma radical en los próximos 10 a 20 años. Será la mayor revolución tecnológica de la historia. Redifinirá nuestras posibilidades y nuestros desafÃos, nuestros hábitos de consumo, la forma en que trabajamos, nos relacionamos y producimos bienes y servicios.
Tendremos las herramientas para crear una era de abundancia sin precedentes. Será posible superar los desafÃos de proveer agua potable, alimentos sanos, viviendas dignas, energÃa abundante y educación y salud de calidad para más de 9 mil millones de personas. Tendremos las herramientas para que todos tengan sus necesidades cubiertas y para restaurar el medio ambiente.
Por otro lado, el impacto del tsunami será enorme, rápido y difÃcil de asimilar. Los paÃses que apuesten a las materias primas pueden llevarse sorpresas amargas. Cientos de millones de empleos pueden ser destruidos y reemplazados apenas parcialmente por otros que demandan nuevas capacidades y más educación. Todas las industrias van a pasar por transformaciones radicales y las empresas van a enfrentarse con la opción de cambiar o tornarse irrelevantes e incluso desaparecer. Una enorme redistribución de riqueza y de poder provocará tensiones y conflictos. A esto se sumarán nuevos desafÃos éticos, polÃticos y sociales que demandarán la reinvención de instituciones y marcos legales, como la pérdida de privacidad, la desigualdad y los riesgos de abusos en el uso de materiales genéticos o de nanotecnologÃas.
En estas secciones podrás conocer más sobre los impactos del tsunami. Pero es importante tener presente que el balance de estos impactos en nuestras vidas y en América Latina dependerá de nosotros. Es fundamental que nos anticipemos al tsunami con una agenda proactiva y ambiciosa.